El adiós de Draghi fuerza al BCE a anunciar compras ilimitadas de deuda para salvar las primas de riesgo
El BCE ha dado una de cal y una de arena en su reunión de este jueves. Ha optado por subir los tipos de interés en 0,50 puntos de golpe, en vez de los 0,25 que anunció en junio, pero también ha aprobado un mecanismo de compras de deuda pública ilimitado para controlar las primas de riesgo. Christine Lagarde se ha visto forzada a tomar una medida mucho más laxa de lo que se esperaba por la dimisión de Mario Draghi esta mañana, pero supone también un balón de oxígeno para Pedro Sánchez.
En el comunicado posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, el banco central ha aprobado la puesta en marcha de este nuevo mecanismo de compras, que ha bautizado como TPI (Transmission Protection Instrument, instrumento de protección de la transmisión de la política monetaria).
En principio, «la escala de las compras del TPI dependerá de la gravedad de los riesgos que afronte la transmisión de la política monetaria. Las compras no están restringidas ex ante», según el comunicado. Esto significa que las compras dependerán de lo que se disparen las primas de riesgo de los países ‘despilfarradores’, principalmente Italia y España.
«El TPI se añadirá a la caja de herramientas del Consejo de Gobierno y puede activarse para contrarrestar las dinámicas de mercado desordenadas e imprevistas que supongan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en toda la zona euro», añade.
El mercado interpreta unánimemente que esta capacidad ilimitada de realizar compras como un espaldarazo a Italia tras la salida de Draghi del Gobierno. La incertidumbre y la inestabilidad que se abren en la política transalpina ya estaban disparando la rentabilidad de su bono y el BCE ha querido lanzar un mensaje contundente para frenar el movimiento y evitar una nueva crisis de deuda como la que protagonizó España en 2012. De hecho, Lagarde ha reforzado esta idea al revelar que la decisión se ha tomado de forma unánime en el Consejo de Gobierno.
Esta medida no será bien recibida en Alemania, donde algunos políticos se habían mostrado en contra en los últimos días porque permite a los Gobiernos populistas seguir con el despilfarro de dinero público al tener la garantía de que el BCE comprará su deuda si la prima de riesgo sube con fuerza. Esto beneficia de rebote a Pedro Sánchez, que ya no tendrá tanta presión para reducir el déficit público, algo a lo que se oponen radicalmente sus socios de Podemos.